La denominada “novia del Atlántico” guarda en sus rincones, una interesante fusión de gastronomías
Por Ivonne Soriano Morales
República Dominicana es dueña de un tesoro turístico sin igual. Ubicada al norte del país, Puerto Plata brilla por sus atractivos turísticos para todos los gustos. Playas, monumentos naturales, deportes acuáticos, aventura, parques marítimos y zonas históricas, son algunas de sus variedades.

Esta provincia también es rica en gastronomía. Cuando la visites, debes pasar por sus municipios y degustar sus ricos platos de tierra y mar, ya que al viajar se puede vivir una experiencia gastronómica, probando los platos típicos del destino visitado.
Ese aroma a pescado frito es irresistible, al igual que la hermosa vista que ofrece la “bandera dominicana”, plato típico del país, que consiste en arroz blanco, habichuelas, carne y ensalada o aguacate.
Su sabor viene desde la conquista. “En La Isabela fue donde los españoles tuvieron que aprender a consumir casabe (le llamaron pan de yuca), al dañársele sus alimentos, especialmente los panes que se enmohecieron por el calor y la humedad, y el vino se les convirtió en vinagre”, nos contó Bolívar Troncoso, presidente de la Fundación Sabores Dominicanos.
¿Te imaginas una bebida a base de diversos ingredientes mezclados con ron? Esa es la “Mamajuana”, que definitivamente debes probar en Puerto Plata. Si prefieres algo dulce, debes probar el “Pudin de Monja”, una especie de flan a base de leche de coco, aporte de los inmigrantes de Puerto Rico. Otra recomendación son las “Habichuelas con dulce”, típico dulce de la región, a base de frijoles o habichuelas, leche, leche evaporada, leche de coco, batata, azúcar y especias. También está el famoso dulce de leche en pasta de Dulcería Doña Agustina, tradición de cuatro décadas, donde también se ofrecen otras variedades de dulces.

Si te gustan los helados, debes probar su famoso helado de uva de playa, en la heladería Mariposa, parada “obligatoria” de los visitantes. Otro postre que se debe probar en este pueblo es el majarete. Este se elabora a partir de leche de coco y harina de maíz, que se mezclan a fuego lento.

El “sancocho” es otro delicioso plato que se disfruta en esta provincia. Es un caldo a base de víveres, carnes y otros ingredientes. También está el “asopao”, sopa o potaje espeso de arroz que también incluye vegetales, pollo y chuleta o mariscos. Otra parada necesaria al visitar la también llamada “La novia del Atlántico”, son los famosos Quipes Bojos.

Visitar esta provincia costera sin probar sus pescados y mariscos, es un pecado. Para esto, lo ideal es ir al distrito municipal de Maimón, zona que es bien conocida por su oferta de productos del mar. El clúster Turístico del Destino Puerto Plata afirma que esta localidad destaca por ser el mayor punto de comercialización de mariscos y pescados de la costa norte del país.
Aquí hay una amplia variedad de restaurantes con productos frescos como pescados, camarones, langosta, mejillones, lambí, salpicón de mariscos, entre otros. “En una de las paradas gastronómicas de Maimón, degustamos sus pescados fritos y me impresionaron sus albóndigas de tiburón y las “pescarinas” (frituritas de pescado empanizadas al estilo pechurina)”, reseñó Elaine Hernández, editora del portal Bocatips.

Una recomendación de todo el que visita Puerto Plata, es probar el famoso “Queso Geo” de Imbert, producto de la primera empresa dedicada a la fabricación de quesos en el país, que lo ha convertido en tradición desde noventa años. Otro de los atractivos de este municipio son los “Bombones de Melao”, que suelen acompañar a sus famosos quesos. Es una tradición desde hace más de cien años y son elaborados con el guarapo de la caña de azúcar, horneados en hornos especiales de leña.

La gastronomía artesanal de la provincia, producto de la tradición oral, se ha mantenido y es uno de los factores vinculados al turismo. “El pan inglés de la familia Gilbert Mckennzy, los quipes Bojos, los helados de coco y tamarindo de la familia Martínez, las galletas de doña Julia, los dulces de las hermanas Cruz, entre otros, son atractivos que deben tomarse en cuenta para realizar una ruta gastronómica con identidad”, afirmó la reconocida investigadora folclórica Xiomarita Pérez, en un artículo del Listín Diario.
Olor a cacao
Uno de los atractivos de Puerto Plata es el cacao. En el municipio Altamira, hay un proyecto muy inspirador, donde unas 22 mujeres que pertenecen a la Red de Mujeres Rurales (REMURA), mejor conocidas como “Las mujeres de Chocal”, se dedican a la elaboración de productos orgánicos derivados del cacao. Al entrar al lugar, nos seduce el aroma del chocolate fresco y las sonrisas de estas mujeres emprendedoras. Surten a la provincia y a otros lugares del país, con veinticinco productos derivados del cacao, en diferentes presentaciones.

Otro lugar es Hacienda Cufa, en el municipio Guananico. Allí se respira armonía familiar con olor a cacao y frutas. Esta hacienda es una gran productora de cacao orgánico, y se dedica a la fabricación de chocolate artesanal. Han desarrollado una oferta complementaria de turismo ecológico en torno a su tradición y su quehacer campesino. Ahí se puede realizar el “Sendero del Cacao”, donde se observa el proceso de corte de la mazorca, tumba y recogida del cacao, selección de los granos, degustación de las semillas y moler el cacao tostado.
Gastronomía con historia
Su cocina es resultado de las mezclas de diferentes culturas y nacionalidades, producto de los inmigrantes que han habitado este pueblo. A finales del siglo diecinueve y principios del veinte, esta provincia fue el segundo centro de ingreso de inmigrantes del país.
Fundada por Cristobal Colón en su segundo viaje a la isla Española, Puerto Plata fue destruida por las Devastaciones de Osorio. En el siglo dieciocho fue nuevamente fundada por habitantes de las Islas Canarias, lo que significó un gran aporte gastronómico, destacándose platos como el sancocho, gofio y alimentos del mar, según afirmó Bolivar Troncoso.
“Con la ocupación haitiana del presidente Boyer del 1822, se traen negros libertos de los Estados Unidos, los cuales introdujeron el uso del coco para la elaboración de los alimentos, entre otros aportes. Con la llegada de inmigrantes cubanos, puertorriqueños y los braceros (cocolos) traídos de las Antillas Menores, se dieron importantes aportes a la gastronomía de la región, destacándose platos como el pescado con coco, el famoso dulce bien me sabe, helados de uva de playa (ícono gastronómico de la provincia), entre otros”, indicó Troncoso.

El experto en ecoturismo señala que al inicio de la década de los 80, Puerto Plata se convierte en el primer destino de turismo de sol y playa del país, y con esto, la llegada de inmigrantes europeos que invierten y se establecen en diferentes municipios. Este desarrollo turístico contribuyó al desarrollo de una importante oferta gastronómica a través de los hoteles y el surgimiento de restaurantes. Desarrollo que decayó en la segunda mitad del 1990, hasta el siglo veintiuno que varios sectores de la sociedad, junto al clúster turístico, aúnan esfuerzo para relanzar el turismo, integrando en la oferta gastronómica como parte del atractivo turístico.
Según la experta Xiomarita Pérez, además originaria de esta provincia, se deben programar rutas para que los turistas puedan conocer y disfrutar los productos artesanales nativos. “Se debe incluir el queso Geo de la familia Heinsen, la boruga Capellán en la comunidad de Cangrejo, Sosúa; la boruga Balbuena: quesos y dulces en La Gran Parada; el queso de hoja en la carretera Imbert-Luperón; Chocolala y Chocal en Altamira; y el Bombón de melao de Imbert, entre otros puntos”, expresó en el referido artículo.
Basada en ingredientes sencillos y tradicionales, y con influencias de los inmigrantes, la gastronomía de Puerto Plata es una fusión de sabores exquisita y para todos los gustos. Atreverse a viajar por distintos sabores y probar la gastronomía local, es definitivamente, un punto a anotar en nuestra agenda turística.